viernes, 12 de agosto de 2016

Las Secretas Dedicatorias BETA



El principal problema con el ser humano es no conocerse, no saber quién es la persona que tiene delante en el espejo que es la vida, no saber cuál es el rol que le gustaría asumir en la existencia y seguirlo. Todo esto se debe a que las personas no somos honestos con nosotros mismos, no desarrollamos la capacidad del autoconocimiento, que no considero que sea algo que se tenga o no, sino que se desarrolla con el esfuerzo de querer saber quién eres.

      No saber quién somos es claramente un problema, el cual se refleja cundo no conocemos cuáles son nuestros límites, principios, deseos, preocupaciones, verdaderas preocupaciones; no somos capaces de diferenciar nuestras propias acciones (con esto me refiero a la incapacidad de saber si algo que hiciste fue peor o mejor de lo que crees, no teniendo ninguna manera de en verdad medir cualquier cosa que se haga), llevar a juzgado interno los motivos verdaderos por los cuales se toman una decisión;menos aún se podrán analizar los hechos exteriores a tu perosna, la vida cotidiana en la que te desenvuelves debe de pasar por una profunda crítica prácticamente en cualquier momento, todos los fenómenos sociales que suceden día con día arrojan respuesta que apuntan hacia la mejora de tu vida personal, e incluso en círculos mayores al exclusivamente tuyo.

     Este pensamiento fue demasiado prologando hasta el punto de perder su verdadero curso, pero puedo recordar algo sobre su esencia, si las personas quisieran conocerse, tomaran un interés profundo por si mismos, y después de recibir respuestas claras sobre aquello que lo hace feliz sin dañar a los demás, ahí es donde ocurriría el cambio, la búsqueda de la paz como siempre se ha esperado.

- Arturo Quintero, 1:21AM

lunes, 2 de noviembre de 2015

¿Qué me hace escribir?

Es en el momento sin lectura cuando se lee a uno mismo. 23-septiembre-2015
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Hoy venía de negro hasta que te vi. 26-octubre-2015
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Ese sonido, creado por el viento y la puerta, me sonó a bienvenida, aunque nadie estuviera ahí.
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Andamos existenciales.
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Pero, escribiré de esto, se me hace curioso, ahorita que lo pienso, la manera en que de las cicatrices físicas fuimos a las sentimentales/mentales.
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Escritos a Newman.
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Regresé a la esquina sin nada que ofrecer, sólo el cigarro entre mis labios, el mismo que ahora permanece en su lugar. 1-noviembre-2015
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Fumé, tomé y me drogué. Fumaba mientras tomaba; me drogaba al fumar; me emborrachaba con las drogas. Al igual que camino al escribir. 1-noviembre-2015
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Todo mi cuerpo, incluida mi mente, se excitaba al sentirla. Ahora me duele sólo pensar en ello. 1-noviembre-2015
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Y por un momento creí, estúpidamente, que tomar esta decisión no me dolería; caminar hacia adelante sin un arrepentimiento; mi cuerpo engaña a mi mente. 1-noviembre-2015
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- Arturo Quintero, "Oi" parte extra de "Vaciado de mi mente-celular".

Vaciado de mi mente-celular #3

El exuberante placer de las buenas pláticas. Sentados en esa mesa unos amigos, la novia de uno de ellos y yo conversábamos (consideró que aunque ya no esté con ellos seguimos conversando de manera espectral, un simple astro de nuestras palabras y lo estratos de ellas) de lo primero que llegase a nuestra mente. Una idea, un recuerdo, una canción, lo que sea.

La plática fue elevando el intereses que cada uno de nosotros había sentido en su vida y lo duplicó. Los ojos abiertos, la luz diurna con una combinación de rojo, verde y amarillo; nuestros cuerpos en posición de atención, la proximidad de nuestros vecinos casi fantasmal; las manos nunca dejaron de moverse, los cigarros sobre la mesa hasta que desaparecieron en los pulmones de toda persona alrededor (tal vez incluso en más); las voces (¡Las voces!) entonando con efervescencia provocada por el exuberante placer de las buenas pláticas.

Nuestras voces, que no eran nuestras ya que las habíamos pedido prestadas por la ocasión, perdían su ton natural y cada vez acarraspeaban más rápido, gritaban sin gritar, soltaba sonidos de risa desde la caja torácica y entraban a un contenedor mucho más grande, que espero pueda contener la alegría juvenil pero madura que brotaba de nosotros de manera particular y como grupo.

Nuestras caras iluminaban cada vez que un nuevo tema se nos ocurría, lo cual era difícil, sudaban por la excitación del poder dejar salir todos nuestros gritos de una manera que no fuera esa misma. Por último nos quitamos la máscara de la cual tanto habló Paz, nuestro rostro se abría enteramente al exuberante placer de las buenas pláticas.

- Arturo Quintero, "Relatos" o "El exuberante placer de las buenas pláticas".

Vaciado de mi mente-celular #2

Quiero dejarme llevar por la excitación de la vida. Cada segundo que paso haciendo algo sé que no no estoy haciendo una gran cantidad de cosas, aún así es mejor saber que por lo menos vivo una de esas cosas que no experimento. No pretendo dejar que la vida sea más grande que yo (aunque ya lo sea), deseo ir al mismo son que con naturalidad me transmite, pero siento que no me acerco en absoluto a lo qué es la vida. Para qué necesito saber saberlo, sólo es así, quiero saberlo, parecería que está guardado en mí, desea salir, correr y brincar, buscar la veracidad de todo, para así, imposible, saber qué aspiro a saber. La vida es más grande de lo que parece y unos simples humanos no pueden descubrirla por completo, como tanto se presume. De verdad creo poder cambiar todo. ¿Cómo?

- Arturo Quintero, "Quiero".

Vaciado de mi mente-celular #1

Constantemente me imagino detrás de un volante, manejando mas no conduciendo. Junto a mí se encuentra alguien más, una mujer. Por qué considero vital estar con otra persona, parecería que odio la soledad aún al sentirme cómodo en ella, y no en ella, sino con ella. El espectro de mi vida es nítido; me pretenece y no; me agrada y no; es lo que quiero y no. Pero todo sigue, las personas caminan igual de rápido, con la misma prisa en cuerpo y mente, mil revoluciones pot segundo dentro de cada de ellos, disparando contra las paredes de su conciencia y no se dan cuenta. Yo quien estoy fuera de su pensamiento percibo sus ganas por aferrarse a seguir existiendo, que nadie los olvide, siendo participes activos tan sólo en su mundo, uno cerrado y perverso, del cual reconocen su existir.

¿Cómo es que puedo ver todo esto? Estar consciente de lo que las personas sienten y emiten con constancia. Y, aún así, te veo a mí lado mientras manejo lentamente, el sol colándose como un viejo amigo en la parte trasera, golpeando fragmentos de nuestros cuerpos, de tus cabellos y de tu anónimidad. Constantemente pienso que el sol, el aire y la vida te conocen, saben de ti y tu nombre, mientras yo todavía trato de hacer lo mismo con mi persona, pero así como ellos te reconocen tu les respondes de una manera igual, sabes de ellos y su nombre. Quiero que me digas qué es eso que conoces para comprenderlo, hacerlo mío, y mientras lo hago, conocerte, comprenderte y ser.

- Arturo Quintero, "Constantemente".

Dualidades Fuentesianas.

¿Es acaso México un país con costumbres violentas por naturaleza? Las viejas castas de aztecas, (etc) tenían por rito el sacrificio a los dioses de la vida, ellos les respondían con buen clima y buena comida; ahora se venera a otro tipo de Deidades, no hablo de Dios señor Santísimo y de su hijo Jesuscristísimo, me refiero a los Dioses de las drogas, altos proveedores de buen producto saludable para el ser humano corriente (o tal vez excepcional, no lo sé) y un poco de protección, claro, a cambio de unos cuantos dólares, ya que esta moneda es la verdadera riqueza. Pero ¿dónde queda la parte del sacrificio? Ah, sí, cientos o tal vez miles de sacrificios humanos, algunos directamente, otros no tanto. Cientos o tal vez miles de personas que mueren a punta de bala (¿cómo suena eso?) por querer vivir un poco mejor y diferente a los demás, y un poco más rápido. Cientos o tal vez miles que se pierden en la sabrosa medicina recomendada por un doctor de excelente reputación. Cientos o tal vez miles de individuos, ciudadanos, incluso estudiantes como la mayoría de ustedes que pierden (arrebatan*) la vida de una manera accidental, pero pasa algo más que morir, se destruyen sus sueños y metas, pensamientos e ideas sobre la vida.. se sacrifican futuros, eso exactamente es lo que se sacrifica.

Entonces ¿quién será el siguiente Hernán Cortés? ¿otro extranjero? ¿Nos destruirán para reconstruirnos? Ya que eso es lo que México necesita ¿verdad?¿qué es lo que nosotros, mexicanos, podemos hacer? Sé que ir en contra de un gran sistema o telaraña de violencia y tranzas es casi imposible, pero no se debería considerar aceptable el ser una sociedad que no se esfuerza más. ¿Qué es lo que podemos hacer? ¿rendirnos? ¿trabajar de manera honesta? ¿ser más racionales y menos indiferentes? ¿aceptar a todos?

... la lista de preguntas continúa por algunas líneas adicionales, con esas se logra un punto, ¿cómo se relaciona el caminar como persona y la guerra contra las drogas? En una sociedad todo se conecta de alguna manera, varios sectores son más cercanos a otros y provoca que cambien drásticamente, sin embargo varios son muy lejanos, pero no tanto, tanto que sus problemas son como olas, poco a poco moviéndose, causando fallas aquí y allá hasta que, en cierto punto, ¡explota!

Podemos ser parte del sector que trata de emitir olas positivas, y no se habla de manera fantástica y optimista, sino cambios en la sociedad que la beneficien realmente; podemos provocar un movimiento que sea suficiente para provocar cambios continuos y favorables, un peso que cae en todos los mexicanos sin excepción y que necesita ser modificado lo más pronto posible.

- Arturo Quintero, "Dualidades".

¿Deseos impersonales y muertos?

Porque no te extraño lo que tuvimos, te extraño a ti.
Porque soy débil y pido perdón, pero soy fuerte y quiero merecerlo.
Porque no añoro nuestro pasado, contemplo un futuro mejor.
Porque mis palabras se sienten débiles, y mis sentimientos se escriben fuertes.
Porque los errores ya cometidos existen, pero nuevas soluciones nunca dejaré de pensar para lograr un cambio.
Porque no voy a mentir, porque seré sincero.
Porque mi todo lo que pide desde dentro, porque yo de verdad quiero dejarlo salir.
Porque quisiera una oportunidad, porque me la quiero ganar.
Porque me importas, siempre me has importado.

Porque sólo quisiera la oportunidad de hablarte, y así decidir alejarme o... dar todo, mi vierdadero yo.
Porque no, porque sí.

-Arturo Quintero, "Porque a la dos".